La flauta de pan es uno de los instrumentos más antiguos del mundo. Los cazadores prehistóricos ya las fabricaban con huesos ahuecados. Más adelante se empezaron a fabricar con bambú o caña de azúcar. Se llama flauta de pan por el dios Pan de la mitología griega.
Según las leyendas de la Antigua Grecia, el dios Pan vivía en Arcadia, en el territorio de la Grecia actual. Medio cabra y medio persona, un día conoció a la bella ninfa Siringa y se enamoró locamente de ella. No fue un amor correspondido y la ninfa se escondía para que Pan no la encontrara. Sin embargo, cuanto más se escondía la ninfa más crecía el deseo que despertaba en del dios Pan, hasta el punto que su pasión se convirtió para ella en una tortura. Un día la ninfa Siringa se vio atrapada en la orilla de un río, sin poder cruzarlo. Cuando el dios Pan se le estaba acercando la ninfa suplicó al más fuerte de todos los dioses, al dios Zeus, que la salvara. El dios la transformó en ese mismo instante en un cañaveral. Pan llegó al río justo para ser testigo de la transformación de la ninfa. En aquel momento una ráfaga de viento quebró una de las cañas y del trozo desprendido emanó un sonido que a Pan le recordó el amor perdido. Por ello quebró más cañas y con ellas fabricó una flauta cuya música le recordaba a la ninfa desaparecida.